El festival, en el que destacaron los conciertos de Natos y Waor, La Pegatina, Arde Bogotá o Macaco, sumó un total de 22.400 personas asistentes con un público mayoritariamente joven.
La Pegatina celebró anoche sus veinte años de formación en la que fue una las actuaciones más especiales del sábado.
La 20ª edición de SonRías Baixas generó un impacto económico en el territorio de 1’5 millones de euros y 540 empleos directos
El 20º aniversario de SonRías Baixas, celebrado los días 2, 3, 4 y 5 de agosto en el recinto Multiusos da Estacada de Bueu, ha finalizado con récord histórico de asistencia y valoraciones positivas sobre su desarrollo por parte tanto del público como de los artistas implicados. El festival continúa un año más siendo una de las citas de referencia del verano en las Rías Baixas. Las jornadas, que en esta edición añadieron una fiesta de presentación el miércoles para dar la bienvenida a los asistentes, se han desarrollado durante los cuatro días con total normalidad y sin incidentes.
Parece que el gran formato le ha sentado bien a un festival que ha crecido exponencialmente y a todos los niveles desde sus inicios en 2003. Para el codirector del festival, Jordi Lauren, esta edición “ha sido especial porque jamás pensamos cuando iniciamos el proyecto, de manera modesta, que íbamos a cumplir veinte años y profesionalizarnos a este nivel”, afirma Jordi Lauren, CEO de PlayPlan Cultural – organizadora del evento -. “Es todo un logro para nosotros ser parte del organigrama cultural de la zona, reivindicando siempre el poder de la música como nexo de unión. En SonRías Baixas estamos muy contentos de dejar patente que este tipo de eventos pueden celebrarse ofreciendo una experiencia de calidad a los asistentes, sostenible y cuidando tanto la oferta musical como la experiencia global de todos los que se unen año tras año”.
El espíritu SonRías apuesta por ofrecer a su público una experiencia musical completa y turística en el corazón de las Rías Baixas gallegas, con tres jornadas repletas de potentes directos, playa, gastronomía y rodeados de naturaleza. Un marco de convivencia mágico e inigualable que aúna artistas, público y también a los habitantes de la comarca. La celebración del festival supuso este año la contratación de 22 bandas y sus respectivos equipos, así como multitud de acuerdos económicos de proveedores del entorno.
El impacto económico en la zona ha alcanzado este año unos 1’5 millones de euros. “Para nosotros es muy importante mantener el festival fiel a su esencia y en el lugar que lo ha visto nacer y crecer”, expone Lauren. El 20º aniversario de SonRías Baixas ha generado 540 empleos directos y ha contado con empresas de proximidad para favorecer el empleo en el territorio y poner en valor productos de km 0. Su desarrollo no sólo ha beneficiado al tejido turístico y hostelero de Bueu sino también a las localidades del entorno de la villa marinera.
El número de asistentes de esta edición asciende a 22.400 personas, récord histórico en sus veinte años de celebración. Aunque año tras año la vocación intergeneracional del festival queda más patente, cabe destacar como dato positivo que el público continúa siendo mayoritariamente femenino, y muy joven. Esta última cifra deja patente que Sonrías Baixas es la primera experiencia festivalera para muchos de ellos, no obstante sólo en 2023 se han acreditado más de 300 menores y la cifra de asistencia de la franja de edad que va de 18 a 30 años asciende al 40%.
Anoche la última jornada estuvo marcada por el ambiente festivo y de celebración. Ya desde por la mañana y durante la sesión vermut, un clásico ya de nuestra programación y con un claro acento gallego, Lamatumbá dejaron claro que han vuelto para quedarse y Ortiga y Pili Pampín pusieron a bailar a todo el personal recuperando temas clásicos que todo local conoce reversionados en clave de autotune y con bases electrónicas.
La Pegatina, viejos conocidos de Bueu y en su sexta visita, contagiaron a un recinto lleno de su energía gracias a un show lleno de momentos memorables y mucho confeti, con aparición de Macaco incluida. El catalán festejó su cumpleaños sobre el escenario y tampoco defraudó con un show en el que, siguiendo su filosofía vital, nos instó a vivir de forma de forma pacífica y fijándonos solo en las cosas importantes. Arde Bogotá, por su parte, demostraron con su contudente set en el Escenario Fest Galicia por qué son una de las bandas de las que todo el mundo habla y, sin duda, una de las promesas del panorama indie nacional. Los bosnios Dubioza Kolektiv nos hicieron bailar en su ska-rave de conciencia social en el que hasta tuvo cabida una reinvidicación eurovisiva.
Los encargados de inaugurar el Escenario Rías Baixas fueron Lamontagne y Pico Amperio, y poco después Grande Amore se reafirmó como uno de los talentos gallegos más singulares de los últimos tiempos. Con su mezcla de pop-punk existencialista, conectó con el lado más visceral del público. María de Juan derrochó arte y raíz en su actuación y Cool Nenas repitieron como invitado sorpresa con su contagiosa performance llena de temazos. El fin de fiesta corrió a cargo de Ninhodelosrecaos, en un DJ set que, a pesar de las altas horas, nos ayudó a cerrar este veinte cumpleaños del festival por todo lo alto.
SonRías Baixas 2023 es un festival promovido por la promotora PlayPlan Cultural. Cuenta con la colaboración institucional de Concello de Bueu, Deputación de Pontevedra, Turismo Rías Baixas, RíasBaixas Fest y Xunta de Galicia a través del Xacobeo y del programa FEST Galicia. El evento también cuenta con el patrocinio de El Águila y Johnnie Walker.